Víctor nos ha enviado esta fotografía de la cruz de Castro. Ha supuesto toda una alegría ver tan bien acondicionado el entorno de este importante monumento que tan cerca estuvo de perderse por el sumidero de la historia...
Por ventura, ahora tenemos recuperado un espacio que embellece la entrada al pueblo en un lugar tan visible y transitado, que invita a pasear hacia él y sentarse en el banco corrido de piedra que lo rodea. El fotógrafo, además, ha tenido el buen tino de incluir en su encuadre el otero en que se emplazan las ruinas del castillo de Castrojeriz.
Desde aquí nos parece de justicia felicitar a todas las personas que han puesto su empeño en la restauración y puesta en valor de este monumento (esfuerzo de investigación, de gestión, de trabajo material, etc.), para que este bonito proyecto se haya hecho realidad y todos nos podamos beneficiar de su resultado.
Por otra parte, toda aquella persona interesada en conocer la historia de este crucero y sus avatares, dispone en el blog de unas entradas que lo documentan de manera exhaustiva. Fueron escritas en su día para la revista Regañón por Florentino Escribano, a quien, suponemos, esta imagen le producirá una enorme satisfacción. Se agrupan, junto con otros interesantes escritos suyos, en el apartado titulado Apuntes de historia y antropología de Florentino Escribano Ruiz:
