por Florentino Escribano Ruiz
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Foto añeja del rollo de justicia, sacada de pedrosadelprincipe_p |
Como te decía, la plaza de la iglesia de Pedrosa del Príncipe se llama oficialmente “Plaza del Rollo”, pues en ella se sitúa dicho monumento del que tenemos la suerte de haberlo conservado como lo hemos recibido de nuestros antepasados. Pero, ¿Qué es un rollo, de dónde proceden estos monumentos, cuál es su significado?
Se llaman rollos a sencillos monumentos que están hechos de piedra, formando una columna o un pilar normalmente cilíndrico o de otras figuras geométricas. Normalmente se encuentran aupados del suelo por unas gradas cuadrangulares, circulares o de otras figuras geométricas y rematados en su altura por un cuerpo cónico o piramidal en forma de pico. Por esta forma peculiar de terminación se les llama también “picota”. Entre la columna y la parte puntiaguda, se sitúan a veces cuatro salientes o ménsulas a modo de brazos.
El Rollo de Justicia de Pedrosa del Príncipe tiene forma octogonal tanto en sus cuatro escalones como en la forma de su columna que termina en un cuerpo piramidal o picota, sobre la que en época reciente se ha añadido una cruz. Este rollo carece de ménsulas o salientes, pero nunca han existido, pues no se nota ninguna señal de mutilación, por lo que estamos ante una variante interesante dentro de lo que es casi común en los rollos que existen.
La antigüedad de estos hitos o rollos comienza con la aparición del régimen señorial, a finales del siglo XIII. Ya el Rey Alfonso X el Sabio, en su obra jurídica explica para qué servía el rollo. El rollo de Pedrosa del Príncipe es más tardío, pues procede de la época de Felipe II en el siglo XVI.
Los rollos se levantan a la entrada de las poblaciones, en las antiguas plazas de las villas y también en algún paraje público y transitado.
El rollo de Pedrosa del Príncipe está situado a la entrada de la población por la carretera que va hacia Valbonilla. Actualmente está en el centro de una plazoleta ajardinada, pero esto obedece a un traslado hecho hace unos 35 años. En mi infancia lo he conocido un poco más cercano a la carretera hacia el lado de las escuelas.
La finalidad de los rollos es muy variada. Una utilidad fue, probablemente, la de sustituir a las primitivas horcas de ejecución ocasional, hechas de madera, como un patíbulo, puesto que el rollo servía también para colgar de argollas salientes o garfios, los cuerpos de los malhechores ejecutados o también para exponer sus cabezas o miembros como escarmiento público.
El significado de los rollos es también de jurisdicción penal y de alta justicia señorial, por lo que los señores, dueños de la villa, solían decorar la picota con sus blasones o escudos de armas.
El rollo de Pedrosa del Príncipe tiene sus orígenes a partir del año 1543 que es el año en el que el emperador Carlos I de España proclama a su hijo, el príncipe Felipe, como regente de Castilla y como futuro rey de España con el nombre de Felipe II. Y sucedió en aquellos tiempos que el monarca mantenía largas guerras en Flandes, para cuya financiación no bastaba todo el oro que llegaba de la casi recién descubierta América. Entonces, a los consejeros de Felipe II se les ocurrió una idea para sacar dinero y acordaron conceder a las aldeas sometidas a las ciudades el derecho a convertirse en villa realengas, lo cual suponía la capacidad para administrarse a sí mismas. Para conseguir esa libertad deberían pagar una cantidad de dinero o bienes materiales que variaba según las circunstancias de cada pueblo. Cuando ambas partes llegaban a un acuerdo, esto venía testificado con un monumento de piedra llamado “Rollo de justicia”. Y eso es lo que sucedió con el pueblo de Pedrosa del Príncipe. Sus habitantes se comprometieron a ayudar al rey. A cambio, el rey les concedió el Rollo de Justicia en señal de autonomía jurídica y administrativa con respecto a la ciudad o villa bajo la cual estaba dependiendo.
Pero, ¿de quién se tenía que liberar Pedrosa? ¿Bajo qué dominio administrativo estaba sometido en aquella época? Os lo voy a contar.
Teniendo en cuenta unos documentos que he investigado, se deduce que Pedrosa, antes de llamarse “del Príncipe” se denominaba Pedrosa “de Socastro”. Así lo he constatado en los libros de la Iglesia donde curiosamente de manera alternativa, se utilizan al “mismo tiempo y durante un siglo los dos nombres desde los años 1551 hasta el año 1656 que es cuando ya se consolida el nombre actual de Pedrosa del Príncipe. La razón de este cambio de nombre es evidente y con él va acompañado de una nueva identidad y de una nueva forma de afrontar el futuro.
Cuando Pedrosa se llamaba “de Socastro” quería decir dos cosas: por una parte, que el pueblo está situado geográficamente aguas abajo de Castrojeriz; y por otra, dadas las circunstancias que estamos comentando, quiere decir también que en aquella época el pueblo está bajo la autoridad y el dominio administrativo y jurídico de Castrojeriz. Pero eso no quedó así para siempre. El testimonio del rollo, con su significado ya explicado, nos dice que los habitantes de aquella época, nuestros familiares antepasados, tenían un alto grado de conciencia autonómica, que diríamos hoy, y un elevado concepto del uso de la libertad; por eso, cuando vieron la ocasión que les brindaban los consejeros del entonces príncipe Felipe II, prefirieron arriesgarse encauzando su futuro desde la libertad y la responsabilidad, antes que estar sometidos bajo el dominio de otros pueblos. Por eso, en el siglo XVI, los poco más de 200 habitantes de Pedrosa de Socrasto (hoy Pedrosa del Príncipe), decidieron tener jurisdicción propia y emanciparse de la dependencia jurídica y administrativa de Castrojeriz. Todavía me queda por averiguar cuáles fueron las razones que alegaron nuestros antepasados, y saber la cantidad de dinero que se pagó para conseguir la libertad administrativa y jurídica, pero la realidad está ahí hablando a través de este testigo de piedra.
Es una suerte que en Pedrosa del Príncipe conozcamos los secretos antiguos que esconden nuestras piedras. Es importante también para la actualidad el significado educativo que este monumento tiene para nuestros días, pues pienso que hoy como ayer, hay que aprender a autogobernarse desde la libertad y, al mismo tiempo, desde el seguimiento a las normas y a las leyes que cada pueblo se da a sí mismo respetando siempre los derechos de los demás.
Te invito a que siempre que pases por delante del Rollo de Justicia de Pedrosa del Príncipe hagas tuyo ese lema de convivencia social y cívica, allá donde estés y allá donde vayas.