Con todo, y de manera indirecta, siempre hay algún pequeño detalle en cualquier ciudad que nos trae a la memoria a nuestro pueblo. Siempre que paso en coche, precisamente, por la avenida de Pablo Iglesias (senior), me encuentro con un rótulo contundente en su acera derecha: PDP. Un día me detuve a mirar a qué correspondía el acrónimo, que resultó ser la abreviatura de Piezas de portátil, que, como se especifica en su anuncio, vende "repuestos para portátiles, tablets, móviles..." En fin, de lo menos romántico que uno puede echarse a la cara; pero para mí, sin embargo, no deja de ser un enigmático anuncio de mi pueblo en el centro de la Asturias transmontana.
Otra calle importante en Gijón, la calle Ezcurdia, en su cruce con la calle de La Playa, muy cerca del paseo marítimo, da cobijo al café Gregorio, que muchos ponderan por aquí como el que mejor sirve los gintonics de todo Gijón. Naturalmente, no puedo evitar cada vez que paso por allí vincularlo con la mítica Asociación Cultural Donde Goyo (AC/DG) sita en la calle de Santa Cristina de Pedrosa y donde cada cual fabrica su gintonic como Dios le da a entender.
En fin, que uno no puede evitar mirar el mundo con los ojos del niño que fue y del lugar en el que fue.