lunes, 1 de agosto de 2022

Aprendiendo a contar


Todo parece indicar que, para hacer esta fotografía, se bajó a los chicos y chicas mayores a la sala de párvulos, porque la sillas y los pupitres les quedan muy pequeños a este grupo de adolescentes, y no digamos el mural que luce a sus espaldas, cuya enseñanza supongo que hace tiempo que tendrían superada. Al mural no se le puede negar potencia didáctica, aunque según avanzan las cifras apenas quede sitio para los patos. 

Tal vez alguno de los retratados guarde memoria de aquella sesión fotográfica. Lo cierto es que la escena quedó muy bonita, con esa pose de aire antiguo, casi de cuadro, que presentan las fotografías que cuentan con más de cincuenta años de solera. Cincuenta años que, por otra parte, no nos impiden reconocer, si nos fijamos bien, a buena parte de los protagonistas.