Pajaritos, pajaritos
que llegáis a la ciudad,
pajaritos, pajaritos,
para comer sin cesar.
Os echan pan las vecinas
y las niñas al pasar,
pajaritos, pajaritos,
¿dónde está vuestro lugar?
Del campo venís huyendo,
que no os podéis cobijar
y en sus caminos desiertos,
ni comida tenéis ya.
Pajaritos, pajaritos,
no os debéis de
preocupar
que habéis tomado el ejemplo,
de los humanos, sin más.