Por Ascen Fernández
¡Eres tan pequeño,
tan frágil e indefenso!
tan frágil e indefenso!
Lloras y lloras sin consuelo.
Tu madre te lleva bien pegadito a su pecho.
Sois una sola persona.
Sois una sola persona.
Arriesgáis mucho,
en el desierto,
en el mar.
¿Qué habéis vivido que sea peor
que la muerte a la que os enfrentáis?
Y cómo podemos consentirlo sin hacer nada.
Sin ayudaros.
Sin ayudaros.
¡Y sigues llorando!
¡Eres tan pequeño y tan invisible!