Los últimos veranos en PDP antes de la pandemia fueron muy ricos en todo tipo de actos y actividades, desde un gran musical a multitudinarios desfiles de moda o performances televisivas, pasando por presentaciones de libros o copiosas expediciones nocturnas. En los meses de agosto parecían acumularse espontáneamente iniciativas muy heterogéneas y participativas. Una de ellas, debida a los buenos oficios de Elena, acreditada enóloga en los riojanos dominios de Baco, consistió en una macrocata de vinos que tuvo asiento en el Teleclub Viejo en el verano de 2018.
Para alguien tan poco versado en la materia, aquel despliegue de medios y erudición enológica resultó fascinante. Pero, más allá del ejercicio de aquella sabiduría, me impresionó la impecable organización del evento, que no se antojaba nada fácil, por la cantidad de personas y la larga secuencia de vinos que había que servir. Pero tanto el ponente como las diligentes azafatas cumplieron muy eficazmente su cometido, lo mismo que Elena, orquestando de manera milimetrada todo aquel dispositivo.
Al final, el vino cumplió con su función terapéutica y todos acabamos muy felices, como creo que acreditan las imágenes de aquel día.
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| Todo preparado para el evento. |
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| La convocatoria tuvo una respuesta masiva y entusiasta. |
