Es muy probable que las mil sesenta y tres personas que adquirieron las entradas anteriores (y también las que venían después) se deshicieran muy pronto de ellas, una vez disfrutada la corrida de toros en la plaza de "La Olmeda". Pero a alguien le pareció que aquel era un acontecimiento digno de ser recordado, así que la número 1064 se conservó y ha llegado hasta aquí a través de la generosa intermediación de Carlos Morillo.
La entrada no se diseñó de cualquier manera. La ilustra la imagen de un lance del toreo que parece pintada al óleo (en la que se adivina, incluso, la firma de su ejecutor) y que deja sitio para ubicar con claridad la información.
Ya se ha hablado en este blog de los años de oro de la tauromaquia en Pedrosa (Toros en PDP, Una hermosa vuelta al ruedo, 2002: La alternativa, etc.) y de nuestras fiestas patronales en general, y esta entrada para la becerrada del jueves 29 de mayo de 1975 los concreta con algo tan común y tangible como ese trozo de papel.