Por lo demás, la imagen transmite expectación y esperanza. Se nota alegría en los rostros, que contrasta con el hieratismo de las fuerzas del orden presentes en el evento. Era una manera de rechazar algo manifestando entusiasmo por lo otro. Aunque no es fácil, y a pesar del hacinamiento de tantas personas, hemos reconocido algún semblante familiar cerca de las pancartas.
Una fotografía que es testimonio de una época con una esperanza en el futuro que resulta enternecedora, cuando la contemplamos instalados ya desde hace muchos años en aquel futuro.
Y luego está la intrahistoria de
la foto. ¿A quién saludará ese Henry Fonda que levanta con elegancia su brazo a
la izquierda de la imagen? Se aprecia, también, una pareja más concentrada en sus
arrumacos que en la bienvenida a los príncipes. ¿Quién será ese señor tan encorbatado
que disfruta de un amplio espacio entre los dos 1500 oficiales? ¿Quién tomaría
la foto y desde dónde, frente a todo aquel gentío?