Por Andrés Rastrilla,
poeta de Castilla
poeta de Castilla
pero de vez en cuando
me despierta un bichito
todas las mañanas.
me despierta un bichito
todas las mañanas.
Has de saber que no es un pajarito
y también se asoma a las ventanas.
y también se asoma a las ventanas.
Es feliz siempre el señorito,
no tiene todavía alas
maúlla con un bello grito
cuando oye toque de campanas.
Ahí le tienes tan campante
aunque él esté tan solito;
le gusta mirar en las ventanas
con ese rostro vigilante,
aunque cierre las persianas.
Está bien cuidado,
gustoso de estar peinadito,
come también asado,
mariscos y manzanas;
al parecer tiene buen apetito,
se pone muy tenso,
cuando se lleva un sustito;
no solo le apetece pescadito
le tengo con buen pienso
es amigo de comidas más sanas.
Milú es un dulce gatito,
sólo le falta reír y hablar
pues le pone muchas ganas
a la hora de enredar.
Abre la puerta despacito,
hoy es el rey del hogar,
alguna vez muerde suavecito
arañando sigiloso las sábanas.
Desaparece el muy cabrito
para volver a mirar por las ventanas,
juega de vez en cuando al fulbito
tumbándose en la almohadas.
A veces si la picias
dándole un pellizquito
muestra sus dotes más soberanas,
se enoja y se cabrea un poquito.
Si le coges y lo acaricias
se lame siempre recogidito.
Otras se pone melosito
si le quieres y lo amas.
¡Cosita, yo te necesito!
El dulce Milu está calladito
ahora es el mejor hermanito
para tardes noches y mañanas.