lunes, 21 de febrero de 2022

Milú, nuestro pequeño hermanito

Por Andrés Rastrilla,
poeta de Castilla


No me lo puedo creer
pero de vez en cuando 
me despierta un bichito 
todas las mañanas.
Has de saber que no es un pajarito 
y también se asoma a las ventanas.

Es feliz siempre el señorito, 
no tiene todavía alas 
maúlla con un bello grito
cuando oye toque de campanas.

Ahí le tienes tan campante 
aunque él esté tan solito; 
le gusta mirar en las ventanas 
con ese rostro vigilante,
aunque cierre las persianas.

Está bien cuidado,
gustoso de estar peinadito,
come también asado,
mariscos y manzanas;

al parecer tiene buen apetito,
se pone muy tenso,
cuando se lleva un sustito;
no solo le apetece pescadito 
le tengo con buen pienso 
es amigo de comidas más sanas.
 
Milú es un dulce gatito,
sólo le falta reír y hablar 
pues le pone muchas ganas 
a la hora de enredar.

Abre la puerta despacito,
hoy es el rey del hogar,
alguna vez muerde suavecito
arañando sigiloso las sábanas.

Desaparece el muy cabrito 
para volver a mirar por las ventanas, 
juega de vez en cuando al fulbito 
tumbándose en la almohadas.

A veces si la picias
dándole un pellizquito 
muestra sus dotes más soberanas,
se enoja y se cabrea un poquito.

Si le coges y lo acaricias
se lame siempre recogidito.
Otras se pone melosito 
si le quieres y lo amas.
¡Cosita, yo te necesito!

El dulce Milu está calladito 
ahora es el mejor hermanito
para tardes noches y mañanas.