![]() |
El Collado de los Haros en el MTN25. |
La segunda cuestión me parece de mayor enjundia. Se trata de la etimología de uno de los símbolos de PDP, su eterno telón de fondo, el cotorro o altozano conocido como El Aro. Hemos tenido ya alguna amable polémica al respecto cuando surgen las dudas sobre su grafía, si el topónimo debería llevar una hache inicial o no.
Los que se decantan por la primera opción, es decir, que el topónimo habría de llevar la H- inicial, proponen una etimología descendiente, nada menos, que de la famosa isla de Faro, donde se levantó la luminaria que atraía las naves a la ciudad de Alejandría, una de las siete maravillas de la antigüedad que dio nombre común a todos los faros que en el mundo son y han sido.
Contra esta hipótesis trabaja, en primer lugar, la propia evolución de la palabra que, contraviniendo el uso más normal en castellano, no perdió la f- inicial latina. En otras palabras, no está documentada la palabra "haro" en español como nombre común, ni ningún derivado que se pueda asociar a la misma. Por otra parte, nos parece una hipótesis demasiado altisonante. Sin quitarle méritos al Aro, no nos cuadra la metáfora de un faro que ilumine toda la llanura. Y menos aún en plural, como nos propone este topónimo y nuestra costumbre de referirnos como segundo Aro al otero que se levanta un poco más al norte.
Tiene mucho más sentido, a nuestro juicio, fijarse en la forma circular que el altozano presenta en su base, que reproduce la de un aro, o pieza de hierro o de otra materia rígida, en figura de circunferencia, según el diccionario de la RAE. Palabra, por otra parte, muy corriente en el léxico popular (los aros de las ruedas de los carros), incluso infantil, en su antiguo uso como juguete que los niños movían con un palo. Y, por lo tanto, muy al alcance para una denominación también de aire muy popular.
En cuanto a la cuestión de la h- inicial, no parece muy relevante. Como es bien sabido, la hache en esa posición es muda, no se pronuncia, por lo que muchas veces su uso es caprichoso, con un puro afán decorativo, tanto en topónimos como en antropónimos. Igual que algunas veces se pone para dar empaque (Haro parece que tiene más solemnidad que Aro), otras se quita, no se sabe muy bien por qué (casos de Elena o Itero, por ejemplo, donde etimológicamente debería figurar). Es decir, la h- inicial no aporta nada al debate.
Un último argumento en favor de Haro sería el topónimo de la célebre localidad vinícola riojana. No descarto que haya influido poderosamente en los editores del mapa para decantarse por esa opción. Pero allí tampoco tienen muy clara su etimología, por lo poco que he podido leer al respecto.