Entre la densa niebla
no siento mis pasos al caminar
ese paisaje que blanquea
un tenue escorzo invernal.
no siento mis pasos al caminar
ese paisaje que blanquea
un tenue escorzo invernal.
Se enturbia la blanca ladera,
se emborrona todo un pedestal.
¡Qué bella viste la arboleda!
Cencellada entre las piedras
cómo un cristal toda la ribera,
húmedo eclipse invernal.
Se despertó la tarde
iluminando un tenso invierno,
encerrando grandes heladas
o algunos ventisqueros
envuelta en aroma agradable
congelando un paisaje de ensueño
blanqueando una campiña
sin poder divisar apenas unos metros.
Poco a poco voy a regresar,
no sea que la luna aparezca ya,
antes de que lleguen los luceros;
ante este acoso invernal
en atardecer apenas veo.
Para casa, no me quiero congelar
entre tan transparente cristal
mis manos parecen hielo;
anochece en gran alarde
húmedo frío que apremia,
refrescante día de enero
persiguiendo a un severo temporal.
Andrés Rastrilla
Poeta de Castilla
25 de enero de 2021