domingo, 15 de diciembre de 2019

Virgen de la Olma: la mayor grandeza de Pedrosa del Príncipe


Llegaste un día a este pueblo
acompañando a una olma
al lado del cementerio,
siendo tú su compañera.
Y anidando aquí, en la ermita
muy cercana a la ladera,
porque eres una gran Virgen,
¡una Virgen de bandera! 

Virgen de las más queridas,
tu grandeza y simpatía
cierto día se perdió
cuando alguien te robó
una noche que dormías .
Desapareciste, Virgen mía
dejando un silencio desolador,
la villa quedó vacía
llena de angustia y dolor.

La mayor de las doncellas
¿cuándo y dónde se escondió?
ni un ejército de estrellas
pudo ver su resplandor.
Pero un día, sin querer,
hasta mí llegó un clamor:
¡Oh, Virgen de la Olma
he vuelto por fin a verte!
Y ahora rezo sin temor,
pues no tengo miedo a perderte.

Reina, Majestad y Alteza,
concede a este pueblo honrado
paz, amor, felicidad…
líbrales de la tristeza.

Hace ya unos cuantos años
tus nuevos acompañantes
unos molinos extraños
que con zumbidos cansinos
son sonidos agravantes.

Virgen de la Olma bendita,
hoy has hecho tu paseo
porque es quince de agosto
todos te traen y te llevan,
partiendo desde la ermita
a la iglesia de San Esteban.

Banderas aureoladas
en ventanas y balcones,
las calles engalanadas,
festival con color,
con luces y resplandor,
un gran día de ilusiones.

Con coros y con danzantes
y cánticos en tu honor,
van deshojando sus cantes.
Pedrosa vive un gran día,
todos alegres y expectantes
en procesión y camaradería.
¡Hoy es la fiesta mayor
para vecinos y veraneantes!

Virgencita de la Olma,
con tu brillante mirada
eres de tal magnitud,
que sin decir ni palabra
nos muestras gran inquietud.
Miramos por la rejilla
de la puerta de tu ermita,
pegada a la carretera
del pueblo de Valbonilla,
y de Pedrosa… compañera.

Hoy mi letra toma forma
para esta villa raposa,
¡Caminante! Si por aquí te has de perder,
en Pedrosa encontrarás
gratitud a manos llenas
y buen vino beberás
en el cotorro Quitapenas.

Y para ti, Virgencita,
el pueblo no se conforma
con hacerte una visita.
Tenéis que venir a ver
a la Virgen de la Olma,

que aquí está sola… en la ermita.

Andrés Rastrilla, poeta de Castilla