«Castrojeriz es como un galgo tumbado: San Juan es la cabeza, Santo Domingo la panza y la Colegiata el rabo»
Hoy me digno recitar
y me siento alegre y feliz
pues quiero hablar de un lugar
permitiéndome hacer un halago
a la villa de Castrojeriz.
Ubicada en el corazón central
del honorífico Camino Francés,
célebre Camino de Santiago.
Siéntete princesa:
entre doncella de estos lugares,
la gran magia del arte
por tu grandiosa riqueza,
un elenco que no cesa
¡pues tus iglesias son catedrales!
Colegiata, Santo Domingo,
enigmática iglesia de San Juan,
grandes mansiones señoriales.
El arte habla sin fin:
asomando por todos los rincones
en cada una de sus calles,
por cualquiera de sus mansiones.
En lo alto de la colina
permanece expectante
una antigua fortaleza
observando al peregrino;
alabando su grandeza,
¡testigo irónico del caminante!
Poseída por un halo,
protegida por una estrella
es tu Virgen del Manzano
honorífica doncella.
Día tras día siento tus portentos
entre la feliz acaudalada
de muchos grandes monumentos
¡eclesiástica morada
entre claustros y conventos!
Mágicas ruinas de San Antón,
como primera parada
para aquel que busca posada
o desee ofrecer oración.
Estos son los movimientos
de una villa castellana;
dejo aquí mis lamentos,
por ti son estos documentos
eres grandiosa y lozana.
Se me ocurrirían muchas cosas
con las letras más preciosas,
pues no habría fin
ni dudas para decir
que te reflejaría en un tapiz
rememorando antiguas glosas,
templando poesías generosas
y recitando savias nuevas
que te mereces, Castrojeriz.
