Luna reluciente
entre océanos de cielo
blanca y plateada,
engalanada y emergente.
Poderío entre los luceros,
pelota reflejo en la laguna,
romántica y en celo;
como tú solo hay una
con enigmas hechiceros,
refranera y diferente.
Luna de espíritus viajeros
lujuriosa y prohibida,
la tortilla más grande,
plácida y hermosa,
justiciera incomprendida;
con misterios desconocidos
para los locos contagiosa
ofreciendo el mayor alarde
impetuosa y atrevida
imperiosa y nunca cobarde
para asesinos salir de su guarida.
Menguante luna:
media o creciente,
luna llena imponente
para brillar en la noche oscura;
peleona y muy tuna
devanando hermosura
atractiva y reluciente.
Actitud que sella:
resplandor en la noche
¡deslumbrante doncella!
acompañando una y otra estrella
embelesado y sin reproche.
Presidiendo nuestro cielo,
endulzando más la noche
para un paraíso sin velo
¡hoy he pensado en ti
Y enmarco este broche!
Andrés Rastrilla, poeta de Castilla