Enternece:el dulce silencio de la noche
cortejando un nuevo sueño
emitiendo ese eco desconocido
emparedado en una voz sin abrir;
rozando un magnífico empeño
en un despertar desmedido;
abrir la ventana para sentir
que me estremece
ese ente tan pequeño
tocando los labios del amanecer
en un planeta endeble y desconocido.
Parece:
que va tocando esa Diana,
esa melodía sin autor,
ese guión que adormece
esa oscuridad tan lozana;
pasos al alba sin estupor
¡Amanece, amanece!
sorprende ese cielo desgarrador
el universo travieso se enriquece
de una rima cortesana;
hoy no hace falta despertador
pues el día crece y crece
esperando cántico batallador
coreando el pregón de la mañana.
Andrés Rastrilla, poeta de Castilla