martes, 24 de diciembre de 2019

El alba me habla

Enternece:
el dulce silencio de la noche 
cortejando un nuevo sueño 
emitiendo ese eco desconocido 
emparedado en una voz sin abrir;
rozando un magnífico empeño 
en un despertar desmedido;
abrir la ventana para sentir 
que me estremece 
ese ente tan pequeño 
tocando los labios del amanecer 
en un planeta endeble y desconocido.

Parece:
que va tocando esa Diana,
esa melodía sin autor,
ese guión que adormece 
esa oscuridad tan lozana;
pasos al alba sin estupor 
¡Amanece, amanece! 
sorprende ese cielo desgarrador 
el universo travieso se enriquece 
de una rima cortesana;
hoy no hace falta despertador 
pues el día crece y crece 
esperando cántico batallador
coreando  el pregón de la mañana.

Andrés Rastrilla, poeta de Castilla