La luna está contenta,
la luna no está triste
se maquilla con alegría
mirándose en el río
con sonrisa de Cenicienta.
Con luceros en cercanía
¡Qué grandioso señorío!
baila una noche suculenta
hoy más platera se viste
presumiendo con gran trapío
dejando mi mirada atenta.
No me duermo, vaya lío
tu reflejo hoy me tienta;
con mi verso contaría
que divisó algún cometa
el sueño parece tardío:
¡te vas te vas y no te fuiste!
aún no me duermo y desvarío;
en mi mente y en mi memoria
brota una luz de poesía,
un astro me despierta;
contento y nunca triste
contándome nueva historia
mientras el día se impacienta.
Andrés Rastrilla, poeta de Castilla