denotando decisiones
en un vivero de cada día
entre noticias alegres
o tristes para llorar.
El saber cómo y a dónde;
cómo responder en algún momento
girando esta la noria
que revela nuestro azar.
¿Cuánto quedara en la memoria?
Ese rincón no responde;
no se hacia donde
ni los pasos precisar;
internado está el pensamiento
en un circulo que no responde,
tal vez palabras en abatimiento
meditando al lado de ese borde.
Si las noches saben hablar:
dialogaré con los luceros
para que interroguen a la verdad,
pensaré que esto ha sido
solo el comienzo
y buscare en la oscuridad
las palabras para Lorenzo;
proclamando su felicidad.
10 de agosto de 2016