En estos tiempos de intercomunicación permanente, siguen afluyendo imágenes de este intenso mes de agosto post pandémico en PDP. De entre las muchas que nos han llegado (algunas, como ya se dijo, imágenes para el recuerdo), tal vez la más conmovedora sea esta, que nos muestra abarrotada de gente la plaza de la iglesia para asistir al fantástico espectáculo que depararon los participantes en TCMS.
Si se aguza la mirada, a la mayoría de los asistentes se les puede identificar como lo que se da en llamar tradicionalmente "hijos del pueblo", a los que se ha sido capaz de reunir en un evento (o conjunto de eventos) con gran capacidad de convocatoria. En todo caso, es emocionante ver tal concentración de gente dando sentido a ese entorno tan bonito y tan bien cuidado de nuestro pueblo.
Aunque sea un espejismo, no deja de ser un hermoso espejismo.
