viernes, 3 de junio de 2022

La fuente discreta


En Pedrosa tenemos una fuente estacional (hay tramos del año en que cesa su flujo) y tan discreta que es difícil reparar en ella. Se encuentra en el camino de las bodegas, y su caño está embutido en un largo murete de piedras. Pero a Víctor no le ha pasado desapercibida, y la ha inmortalizado en una de sus largas perspectivas longitudinales.

Al contemplar este modesto caño, me han venido a la memoria, vete a saber en virtud de qué interconexión neuronal, las añoranzas melancólicas de Rosalía de Castro:

Adiós ríos, adiós fontes
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos, 
non sei cándo nos veremos.

[Adiós ríos, adiós fuentes,
adiós, arroyos pequeños; 
adiós, vista de mis ojos,
no sé cuándo nos veremos.]


Fotografía: Víctor Manrique
Texto: Gerardo Manrique