Si se callara la guerra dejarían de sonar los disparos,
nos olvidaremos de las balas,
tendría otro color la humanidad;
desgraciadamente esto encierra
una vida entre buenos y malos.
nos olvidaremos de las balas,
tendría otro color la humanidad;
desgraciadamente esto encierra
una vida entre buenos y malos.
Todo un cúmulo de esperpentos:
el despertar nuestro oído
esas ruidosas bengalas
en torno a este mundo abatido
con pensamientos canallas
sin acordarse de la paz;
en busca cada vez de más líos,
nos muestra que esto se acaba
en vestimenta de desprecio
al borde de la atrocidad.
Este sentido me dice ;
sé siempre fuerte,
ponte a la altura;
has de saber todas las directrices,
para saber sostenerte,
recorrer toda una aventura.
Sólo mantén tu corona
nunca debes perderte,
olvida esas cicatrices,
¡Sé otra persona!
aprende y madura...
Hoy toca pensar solo en usted,
intentar olvidar esa rebeldía
para no caer ante el peligro;
intentar olvidar esa rebeldía
para no caer ante el peligro;
saber moverse en esta red
mostrar distinto libro
decir que alguien le puede querer,
mostrándole esa simpatía
sabiéndolo reconocer:
"felicidades Don Isidro",
usted nunca sabe perder...
Andrés Rastrilla
Poeta de Castilla
Febrero de 2022