Víctor nos ha hecho llegar esta foto de la "Avenida de las bodegas", el eterno camino que atraviesa el Cotorro Quitapenas de Este a Oeste y que hace bien poco que ha sido asfaltado, facilitando mucho el tránsito a quienes por allí se acercan en coche o andando.
Poco queda de aquella especie de toque a rebato que se dictaba sobre la una del mediodía y al que acudía solícita a las bodegas la masculinidad del pueblo antes de ir a comer. Aquellos tiempos gloriosos en que casi todas sus puertas estaban abiertas y la parroquia peregrinaba de una a otra, arreglando y desarreglando el mundo, con la elocuencia bien engrasada por el zumo fermentado de las uvas.
Hoy que tenemos un camino tan apañado cuesta cruzarse con alguien por allí o encontrar abierta alguna puerta. Como en tantas otras cosas, apena ver un patrimonio etnográfico tan impresionante, y con tanto potencial, sumido en la melancolía.
Texto: Gerardo Manrique