lunes, 18 de octubre de 2021

La vadera

 

En los tiempos en que el puente sobre el Odra era tan precario (aún se adivinaban a su lado los muñones de la antigua construcción de piedra, de la que es triste no conservar ni siquiera una fotografía) el paso de la vadera se hacía muy necesario para vehículos de cierta aparatosidad o tonelaje.

Hoy en día este paso no tiene mucho más sentido que el de un atajo alternativo al puente nuevo, de cuya solidez y prestaciones nadie duda. Así se la ve en esta foto que nos envía Víctor, con su hormigón cuarteado, asediada por una frondosa vegetación y surcada por una escuálida corriente. 

Pero hubo días en que no había quien nos sacara de allí, concentrados en la procura de renacuajos para todo tipo de maquiavélicas experimentaciones científicas, o de los deliciosos cangrejos que se escondían en los huecos de los ladrillos; o derrapando con las bicis sobre su superficie deslizante, o navegando con cualquier artilugio flotante sobre el agua remansada. Otro de tantos paisajes sentimentales de PDP. 

Fotografía: Víctor Manrique.
Texto: Gerardo Manrique.