Un sátiro galante y bonachón,
un buen amigo, leal y ocurrente,
regala su sonrisa en el mesón
sin advertir las muecas de la gente.
un buen amigo, leal y ocurrente,
regala su sonrisa en el mesón
sin advertir las muecas de la gente.
Nunca el gesto arisco, siempre paciente
deja en sus poemas el corazón,
´- exhausto músculo de amor ferviente -,
sumisa a sus quimeras la razón.
A quien tu dulce verso has dedicado
es su deber hoy regar la semilla
de tu alta fama y de tu buen cuidado.
Y es por eso que ahora, Andrés Rastrilla,
en el día que naciste, pecado
fuera no alzarte a Vate de Castilla.
Gerardo Manrique
Pedrosa del Príncipe, febrero de 2016
Pedrosa del Príncipe, febrero de 2016