jueves, 30 de septiembre de 2021

La senda del Haro

La nieve cubre los campos de Pedrosa (marzo de 2016)

Florentino nos ha hecho llegar este poema inspirado en nuestra cumbre más señera, el cotorro del Aro / Haro. Además de su muy emotivo contenido, contribuye a avivar la cordial polémica filológica sobre el topónimo de este emblemático paraje de nuestro pueblo. Él opta, como se aprecia en la última estrofa, por derivar su etimología del latín Farum, y sobre esa sugerente hipótesis basa su poema.

Es una posibilidad, sin duda, aunque existe otra de la que se ha dado razón en esta entrada, menos glamurosa, pero, a nuestro juicio, más verosímil. En todo caso, no hay nada más inofensivo que un debate filológico y, más allá de esta cuestión, lo que procede es disfrutar del intenso sentimiento que emana del poema. 


LA SENDA DEL HARO-FARO
Florentino Escribano Ruiz (2019)

AMANECE en Pedrosa del Príncipe
y el sol ilumina el Cerro del Haro
en su cumbre blanquecina, como la luz de un faro
que hacia Santiago de Compostela conduce.

Hoy es lo mismo que ayer, 
como en los tiempos antiguos y dignos,
pues señalando está por doquier
a caminantes y peregrinos,
con certeza y con cuidado,
la senda que el paso de los tiempos
tan fijamente ha marcado.
¡Oh, Cerro del Haro, siempre serás mi faro!

OH, HARO-FARO que desde los cuatro vientos destellas:
visible con tu presencia de día,
y, de noche, con la luz de las estrellas
como un experto maestro y guía.
Parece que te mueves con alas de acero y fuego,
y estás eternamente en vuelo
como estatua de un templo ciego
entre las nubes que tocan el cielo.

ERES MENSAJERO de noticias verdaderas
que corren veloces como caballero galopante,
uniendo a personas que, por diferentes veredas, 
se hermanan en apacible amistad, en un instante.
¡Oh, Cerro del Haro, siempre serás mi faro!

Y, PORQUE TU NOMBRE fue el de Faro,
en el castellano antiguo y leal
de los peregrinos que por ti se guiaron.
Y, porque Haro es hoy tu nombre actual
en los pobladores que nunca te olvidaron.
Y, porque hoy te llamamos Haro,
pero sigues siendo nuestro guía y Faro,
yo te nombro así con reverencia,
pues desde tu cumbre veo a los pueblos de Castilla
que es sus hombres y mujeres 
la luz de la honradez en su corazón brilla.
 ¡Oh, Cerro del Haro, siempre serás mi faro!

SERÁS MI FARO en la alegría,
lo serás en la debilidad.
Serás mi faro en la cercanía,
lo serás en la inmensidad.
...............................................

Y, aunque me pierda en la distancia,
volveré a Pedrosa del Príncipe
con más tesón, con más audacia
a preparar mis últimos pasos hacia el ágape,
por la senda eterna de mi nueva infancia.