A sus órdenes, mi sargento
(Dedicada a Carlos Javier)
Me despierto en una mañana
con los ojos bien abiertos
y la persiana bien cerrada.
Oigo el piar de pajarillos
que suenan tras mi ventana.
Voy a buscar unos palillos
para subir esa persiana.
Me centro en una esbelta figura :
un señor bien correcto
una persona bien madura
hoy le debo todo mi afecto
por hacerse más mayor
dando un gran golpe de efecto
prepara buena factura;
un amigo emprendedor
buscando todo un proyecto
con grandes dotes de actor
ahora es un hombre electo
con el mejor dialecto
sumido en una gran armadura.
No deje esa incógnita por resolver
para sumarse al batallón
puede ser más grande Carlos Javier:
prepare su majestuosa escopeta
y si quiere a sargento ascender
suba hacia otro escalón,
vaya a cazar con una bicicleta
sin excusas ni condición;
ahora nos debe sorprender,
busque a ese gran jabalí
para comer esa rica panceta,
buen chorizo y mejor jamón
así sorprenderá con otra caldereta
y buen marisco en degustación.
Desde aquí tu amigo poeta
te sugiere una suculenta receta
mandando te su felicitación.
Andrés Rastrilla,
Poeta de Castilla