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Los monoplazas perfectamente alineados en posición de salida. |
Este año los organizadores de la fiesta han plantado cara al Coronavirus y, aunque por precaución se han eludido todos los actos que implicaran la formación de grupos de personas (es decir, casi todos, salvo la carrera de carretillas), ha sido un detalle valiente el confeccionar las tradicionales camisetas, como una manifestación de resistencia ante la laminación de la actividad social que nos ha impuesto la pandemia.
La fiesta, además, ha recuperado una de sus señas de identidad, el dotarse de un título distinto para cada edición. El de este año no puede ser más significativo, Semifiestas. En realidad, poco tiene de fiesta el día de hoy, pero la presencia por nuestras calles de las camisetas es un mensaje del anhelo por recuperar la tradición (o de no dejar que se extinga, que es casi lo mismo) y una advertencia al virus de que tenemos la firme determinación de recuperar la normalidad en nuestras vidas.
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Torso y dorso de las camisetas de esta edición de la fiesta. |
En fin, esperemos que el próximo verano las aguas vuelvan a su cauce.
Gerardo Manrique