Va siendo ya la hora
de meditar pensando en la alegría,
alejando tristeza para atrás,
entablando esa solemnidad,
buscando esos buenos momentos
que la mejor sonrisa atesora
para sentir esa compañía
alejar esos distanciamientos
y despertar aquella libertad
ese sostén que ahora llora,
de meditar pensando en la alegría,
alejando tristeza para atrás,
entablando esa solemnidad,
buscando esos buenos momentos
que la mejor sonrisa atesora
para sentir esa compañía
alejar esos distanciamientos
y despertar aquella libertad
ese sostén que ahora llora,
esa estocada dejémosla atrás.
Resistencia y mucha fuerza
ante las fauces de un nuevo año:
buscaremos otros andares
interceptando la pereza
para que no nos queden pesares,
no caer ante la torpeza
ante ese peligroso peldaño.
Entrando en en días de enero
cuando ya pasó Filomena
esa ola de frío tan severa
cuando disminuyen las temperaturas
el hielo asoma todavía en el alero,
blanca nieve en las alturas,
busca un buen paradero.
¡Este invierno no frena!
Llena la estufa de madera
para tener más calenturas:
pues vendrá rabioso febrero
y otras fechas más duras.
Hoy dependa niebla de mañana
en un gélido día sin estrés
hojeo mi pequeño calendario;
se presenta nuevo día de semana
con blanca cencellada de mañana
esperando con gran interés
una voz de algún emisario
contando una dos y tres
oigo sonar en mi mente una campana;
esperanza en otro escenario
que suscite más interés.
Aunque sea una hora temprana
subiré esta vez al campanario,
es curioso despertar con toque de Diana :
¡Aniversario de mi amiga Inés!
Andrés Rastrilla
Poeta de Castilla
14 de enero de 2021