miércoles, 1 de enero de 2020

Carreblanca

El pago de Carreblanca en el MTN25.

Los topónimos que comienzan por “carre-" han apocopado la parte final de la palabra carretera. Tenemos que pensar en el significado originario del término carretera como “camino de carros”, lo que la convertía en una palabra muy habitual y cotidiana y, por tanto, propensa a su reducción. A la forma apocopada se le suele añadir el destino del camino, como ocurre en Carrepalencia, aunque, en este caso nos inclinamos a pensar que "blanca" más que el destino pudiera indicar el  tono blancuzco del terrero por el que discurre. Hoy, que sobre los caminos es frecuente que se haya echado una capa de cascajo o zahorra, no sería esa una circunstancia fácil de apreciar. 

El terreno, por lo que figura en el mapa, se encuentra limitado por el camino y el arroyo del mimbral, cerca del río Pisuerga, que en uno de sus caprichosos meandros se aleja un poco del límite provincial de Burgos (o del término municipal de Pedrosa, que es lo mismo). Un poco aguas abajo del río se encuentra el Aguachal, curiosa zona encharcada que llega hasta San Miguel, donde se asientan las balsas y motores del regadío y donde en tiempos existió un pequeño poblado. También está muy cerca, si se cruza el río, la Ermita de la virgen de la Vega, en el campo de Melgar de Yuso, que tanta devoción despertaba en los romeros de Pedrosa.

Gerardo Manrique