domingo, 22 de diciembre de 2019

La danza de los luceros


Alguien ignora una realidad 
entre utopías por realizar 
bohemios buscando la verdad 
revañando últimos flujos invernales;
noctámbulos en la distancia,
atraídos por la oscuridad 
removiendo la fragancia 
buscando alguna novedad 
de una noche con otra sustancia 
mirada tras los ventanales.

Una espiral lejana y desconocida 
con elementos para pecar 
con algún inédito mensaje 
quizás imposible de descifrar 
dentro de un extraño engranaje  
con una fortaleza encendida. 


Un filme lleno de originalidad  
sellando una firma en el firmamento;
espacios entre la verdad 
con el cosmos por talento:
la danza de la luminosidad 
con la delicia como complemento.

Estáticas quedan las miradas 
entre pupilas entre desvelos 
alguien a lo lejos se mueve sin cesar 
entre románticas baladas 
se mueven inquietas en los cielos 
una discoteca muy particular 
cristalizada en unos ojos pioneros;
una y otra estrella danzar 
mostrando sus anhelos;
una mente inquieta vuelve a imaginar 
esas auténticas joyas plateadas 
que en las alturas quieren bailar:
interpretando el baile de los luceros.

Hoy la noche quiso hablar:
inspirando un nuevo poema
así aprovecho para felicitar 
a mí buena amiga Gema.

Andrés Rastrilla, poeta de Castilla