jueves, 7 de febrero de 2019

Jugando a sobrevivir


Se encoje la vida 
cubierta por una cortina 
entre muros y desdichas 
sombras y resplandor, 
destapando alguna herida 
rodeada de frío y calor
entregando alguna bala suicida.

Amparados por el pasado,
que se ha perdido,
diluidos por el presente,
sometidos a ese futuro 
cada vez más buscado 
con un signo siempre pendiente, 
sintiendo cerca el apuro 
de ese signo desconocido 
con una luz intermitente.

Todos tenemos conexión 
al juego del tiempo.
Entre cartas desconocidas,
fichas sin dirección;
jugando desde el nacimiento 
entregado a un cine de acción 
de llegadas y despedidas 
sin encontrar explicación 
de cuándo se acaban las partidas.

Cada uno juega sus cartas,
cada quién tira  su fichas
entregados a la suerte:
Hoy te caes y ya la espichas 
sintiendo te impotente 
ante esta cruel desdicha. 

Horas, minutos, segundos 
transcurren meses y años 
escondites de entrada 
y desconocida salida.
Hombres somos vagabundos 
quizás intrépidos ermitaños 
sometidos a una brújula sellada 
con dirección desconocida.

Disponiendo de otra de mis novedades 
haciendo volar mi imaginación:
hoy muestro nueva  declamación 
con mi ejemplar toque de distinción 
para decir a alguien... ¡Felicidades!

Andrés Rastrilla, poeta de Castilla
30 de diciembre de 2018