pues tú desde allá no me hablas;
pero has sido un grande
y, para mí, un tío muy especial.
Mis letras salen del alma
en un día grande y latente:
el recuerdo de un tío amable,
que ya está en calma
pero su imagen suena patente.
Los mensajes y el humor,
su estima y simpatía,
la clave de un ruiseñor;
una voz de fantasía.
Si hoy tuviera que cantar
escogería el silencio;
pues tú no estas en este lugar
y ya no te puedo escuchar
te siento lejano en mi pensamiento.
Me agradaría rescatar:
esa voz concisa en tu cantar,
ese eco de hombre bueno
ahora en este espejo
venido de mi fantasía;
hoy te vengo a mirar
la imagen y el reflejo;
este memorial de fantasía
en el más fiel consejo
que tu me dejas con esta poesía.
En el jardín de mi poesía
ha brotado un nuevo clavel,
un nuevo manuscrito
para decorar este día
y recordarte necesito;
con mis letras de fantasía
¡dedicatoria para tío Miguel!
Andrés Rastrilla Poeta de Castilla
11 de agosto de 2016
11 de agosto de 2016