domingo, 13 de enero de 2019

Un ruiseñor ausente (a mi tío Miguel)


Estas palabras 
para un exquisito timbal,
pues tú desde allá no me hablas;
pero has sido un grande
y, para mí, un tío muy especial.

Mis letras salen del alma
en un día grande y latente:
el recuerdo de un tío amable,
que ya está en calma 
pero su imagen suena patente.

Los mensajes y el humor,
su estima y simpatía, 
la clave de un ruiseñor;
una voz de fantasía.

Si hoy tuviera que cantar 
escogería el silencio;
pues tú no estas en este lugar 
y ya no te puedo escuchar 
te siento lejano en mi pensamiento.

Me agradaría rescatar:
esa voz concisa en tu cantar,
ese eco de hombre bueno 
ahora en este espejo 
venido de mi fantasía;
hoy te vengo a mirar 
la imagen y el reflejo;
este memorial de fantasía 
en el más fiel consejo 
que tu me dejas con esta poesía.

En el jardín de mi poesía 
ha brotado un nuevo clavel,
un nuevo manuscrito 
para decorar este día 
y recordarte necesito;
con mis letras de fantasía
¡dedicatoria para tío Miguel!

Andrés Rastrilla Poeta de Castilla
11 de agosto de 2016