En mis manos tengo un libro,
memorias de quien no está,
que acaricio con cariño,
queriéndola consolar.
Asesinan a su padre,
profesor en la Normal,
en la ciudad de Granada,
por ejercer de legal.
Corrían tiempos convulsos,
años de gran crueldad,
y a esta niña y a esta madre,
destierran de su ciudad.
Tiene familia en Pedrosa,
la hermana de su papá,
las acogen con cariño,
y lo quiere recordar.
Los campos de esta Castilla,
describe con humildad,
los viñedos y las flores,
los trigos y el manantial.
Y las sopas de ajo hirviendo
- cómo me iba a olvidar- ,
que cocinan tiempo y tiempo,
para a la noche cenar.
que cocinan tiempo y tiempo,
para a la noche cenar.