Regadío.
Las pesetas se las llevan
entre Foro y Antonino.
¿De qué le ha servido al guarda
madrugar y dar paseos?
No ha cobrado una denuncia
y se han marchado los burreros.
Las piedras de los corrales
a los caminos llevaban
que le pidan a Montilla
que no quiere saber nada.
"¿Dónde estará ese señor?"
Preguntaba Marcelino.
"Se habrá ido a Fernando Poo".
Contestan los de Astudillo.
Allí están los albañiles
bromeando con las paletas
y a Crestenciano le amuelan
a llevar la calderetas.
El encargado de la obra
todo se le vuelve pesar,
la gente está descontenta
ya no tengo autoridad.
De poco me sirve a mí
el trabajar como un negro,
pasan quincenas y meses
y no llegan los dineros.
Y con esto me despido,
en esta primera parte
cuando venga la segunda
les hablaré de frutales.
Las regaderas pondrán
de ciruelos y manzanos
y se podrán a la sombra
los que huimos del trabajo.
[Este cantar está cantado
el día treinta y uno de julio
a las siete de la tarde.
Creado por el señor
Valentín Rastrilla].