El tiempo sabe siempre ser sincero
descubriendo alguna realidad
con sonoros toques de campana,
con otra comedia por ensayar;
dejando tintes en el alero
llegando a dar en la diana
con muestras de cordialidad
por la mejor puerta poder entrar
y sentirse todo un caballero.
Hoy me satisface pensar
en un alguien cercano:
un amigo con lealtad,
aquel que tiende su mano
y no la piensa retirar;
sellando siempre la unidad
con toda la rotundidad
en invierno como en verano.
Hoy unas letras aportarán:
equivalencias de primera fila
a todo un número uno;
mando mi correspondencia
a ese señor auténtico noble
con toda una reverencia,
rememorando a aquel Torrebruno;
felicitando a Don Cuco Durán,
brindando por partida doble
antes de coger la taza de desayuno.
Andrés Rastrilla Poeta de Castilla
2 de diciembre de 2019