lunes, 2 de diciembre de 2019

Persiguiendo mi destino


Mi gozo sería 
recitar a la luz de la luna,
contar uno por uno los luceros,
despertar de la oscuridad 
y regalar unos versos al firmamento.

Quisiera romper la maldad
con quejido del pensamiento 
decorar la humanidad 
solo con la verdad 
y mostrar mi agradecimiento.

Desterrar todos los problemas,
pensar solo en el amor 
contar mis alegrías,
acercando mis simpatías
haciendo olvidar el dolor;
que todas las personas son buenas, 
me da igual la raza o el color 
sean conocidos o extranjeros.

Solo soy un hombre:
una persona como otro más,
náufrago en una isla sin brillar,
una flor para desojar 
o tal vez una carta sin abrir 
con muchas cosas que pensar;
una mente para exprimir,
una planta que se ha de marchitar 
con muchas cosas que decir. 

Andrés Rastrilla, poeta de Castilla