Las Becillas

El término de Las Becillas, a los dos lados del Odra, a la altura del paraje conocido como El Branquizal, en el MTN25.

Este es uno de los topónimos menos transparentes que tenemos por nuestros pagos, de los que, en un sesudo estudio sobre el tema, merecerían unas cuantas hipótesis avaladas por la opinión de prestigiosos especialistas. Lo nuestro es bastante más ligero y hasta frívolo, así que lanzaremos alguna posibilidad y, además, sin el amparo de autoridad alguna en la materia.

En primer lugar, ya estamos prevenidos sobre la inseguridad gráfica de los topónimos populares, así que Becilla y Vecilla vienen a ser lo mismo (en la provincia de Valladolid existe un pueblo con el nombre de Vecilla de Valderaduey). Sobre el diminutivo, sabemos que es también un rasgo muy característico del lenguaje popular. En cuanto a la raíz del término, parece haber cierto consenso sobre su procedencia prerromana (vaika, con el significado de vega, que tan bien se ajusta al lugar objeto de la denominación, en la vega del Odra). En suma, el topónimo vendría a significar "las veguillas". Todo encaja, menos la remota antigüedad del término. Sería cuestión de hacer un rastreo estadístico de las "becillas" que se puedan encontrar en la toponimia rural castellana y sus lugares concretos de aplicación. 

Supone una hipótesis mucho más compleja el relacionarlo con "avecillas", con una aféresis de la vocal inicial, tampoco extraña en el lenguaje oral. Pero aquí lo que no acaba de cuadrar es la semántica del término. 

Gerardo Manrique