al corazón de la fantasía
con el placer de mis letras;
adquiriendo cosas nuevas
con el honor de mi poesía.
Unas simples gotas
humedeciendo los cristales;
se fragua el aliento veraniego
y se despiden los flujos primaverales.
Con sirenas de cordialidad
se va asentando esa voz cantante;
momentos para pensar,
en esa labia galante
que deshoja mi poesía
haciendo despegar la felicidad
para echar un paso adelante
ahuyentando la melancolía.
La alegría es la palabra precisa,
un adorno para taponar la herida,
símbolo de grandeza y emoción
haciendo feliz a la vida;
cantando una bonita canción
y despertando tu sonrisa;
se fragua nueva felicitación:
"Felicidades para ti, Marisa" .
Andrés Rastrilla, poeta de Castilla
16 de junio de 2018
16 de junio de 2018