manifiesto a fuego lento;
mis letras son antojos
un gentil foco
engrandeciendo mis ojos,
interpretando aromas
de mi sutil pensamiento.
A veces siento:
las dulces palabras viajeras
con voces desesperadas
despejando un sentimiento
peregrinando en el camino,
ordenando en cada momento,
las palabras sinceras
que son buenas compañeras
para degustar el mejor alimento.
Empiezan a brotar:
delicias de verano,
reluciente luz solar,
una voz de poesía,
melodía sin piano
asistiendo a la alegría:
sintiendo el amor del verano,
como un hervor de inspiración,
una fugaz sinfonía
y una interpretación
con toda mi camaradería,
asistiendo a una nueva inspiración
de un poeta que tiende su mano.
Andrés Rastrilla, poeta de Castilla
16 de julio de 2018
16 de julio de 2018