
poco a poco echan andar
con la luz de la noche
andando sin coche
siendo vigilados por los luceros
sin ocultar esa grata sonrisa
y subiendo por los cerros.
Llegaremos al lugar,
aunque nos duelan las piernas
conseguiremos coronar
esos duros repechos;
intentando ver mejor
esa gran noche estelar
llevando buenas linternas
para ver el cielo en su esplendor;
andando con zapatos o alpargatas
esperando no haya mermas
nos atrape el cansancio o el sudor,
las millas se hagan eternas
y tengamos que seguir a gatas.
Desafiando el peligro nocturno:
caminarán los grandes guerreros
esa intrépida escuadra raposa
en fila india, uno por uno,
haciendo grande a Pedrosa
retratándose espíritu de aventureros.
Así entrarán en Valbonilla
mostrando gran mérito,
decretando todo el interés
dando un paso inédito
dejando nueva honrrilla,
como aquel ejército francés
que un día tomo la Bastilla.
Andrés Rastrilla, poeta de Castilla
16 de agosto de 2018
16 de agosto de 2018